El primer tanteado fue Hathaway, al haber realizado la previa, pero rechazó la oferta porque el argumento le pareció muy poca cosa, a pesar de que reconocía el potencial de Wayne y Hepburn juntos.
Después, Hal B. Wallis le ofreció la dirección a Richard Fleischer, que se sintió entusiasmado de poder contar con las dos estrellas, pero Wayne le vetó, posiblemente por el hecho de que se hubiera desentendido del proyecto de Alaska, tierra de oro 15 años atrás (que curiosamente acabó dirigiendo Hathaway).
Entonces se contrató a Stuart Millar, que sólo llevaba un film en su haber, Cuando mueren las leyendas, un neowestern sobre un cowboy de rodeos indio con Richard Widmark y Frederic Forrest. Al parecer hubo más de un enfrentamiento entre él y Wayne dada la poca experiencia de Millar y Wallis estuvo a punto de despedirlo, pero Wayne al final le convenció de que lo dejara, argumentando que él y Hepburn se las arreglarían para salvar el film, como así fue.
A mí me parece un film entretenidillo, un cruce entre La reina de África y Valor de ley, de la que hay muchas escenas casi idénticas, y salvado, como dice Bela, por su pareja protagonista.